En la Misa se culmina la acción con que Dios
santifica en Cristo al mundo, y el culto que los hombres tributan al Padre,
adorándole por medio de Cristo, Hijo de Dios.
Además, se recuerda en la Misa a lo largo de todo
el año los misterios de la redención, por lo que estos se nos hacen presentes.
La Eucaristía es la cumbre de la vida cristiana, por
lo que todas las demás acciones sagradas y obras de la vida cristiana, se
relacionan con ella, proceden de ella y a ella se ordenan.
En la Misa o Cena del Señor, el pueblo de Dios es
reunido bajo la presidencia del sacerdote que hace las veces de Cristo, para
celebrar el memorial del Señor o sacrificio eucarístico.
En la celebración de la Misa en la que se perpetúa
el sacrificio de la cruz, Cristo está realmente presente.
Jesucristo está presente de 4 modos en la
Eucaristía:
- En la misma asamblea congregada en su nombre.
- En la persona del ministro, ya que el sacramento
del orden le capacita para actuar en persona de Cristo.
- En su Palabra. Cuando se proclama la Sagrada
Escritura en la asamblea, es el mismo Cristo el que nos habla.
- De una manera sustancial y permanente, en las
especies eucarísticas de pan y vino.
Antes de
la misa:
El caminar hacia la parroquia, el prepararse para
la misa… es signo de que Dios está llamando. Nos ponemos en movimiento y nos
reunimos como respuesta a la llamada de Dios para la asamblea.
Partes de
la misa:
La misa consta de 2 partes: la liturgia de la
Palabra y la liturgia eucarística.
Están tan unidas entre sí que forman un solo acto
de culto. Por ello, el misterio proclamado en la liturgia de la Palabra se
hace, en cierto modo presente, en la liturgia eucarística.
Se abre la misa con el rito de apertura y se cierra
con el de despedida.
La estructura de la Celebración viene dada por lo
que hizo Jesús:
En la primera parte, en la liturgia de la Palabra,
se realiza lo que hizo Jesús con sus discípulos: predicación y enseñanza, Jesús
“les explicaba las Escrituras”.
En la segunda parte de la Eucaristía, en la
liturgia eucarística, la Iglesia hace los 4 gestos que hizo Jesús en la última
cena:
- Toma el pan: rito del ofertorio.
- Dijo la bendición: plegaria eucarística.
- Lo partió: rito de la fracción del pan.
- Y lo dio: rito de la comunión.
Jesús dijo: haced esto en memoria mía. Lo que hace
la Iglesia es lo que hizo Jesucristo. Cada acción de Jesucristo es un kairós,
es decir, un acontecimiento salvador irrepetible por su ofrecimiento de sí
mismo al Padre.
Para reflexionar:
¿Somos conscientes que en la Eucaristía participamos
del mismo sacrificio del Señor?
¿Partimos de la Eucaristía para poder evangelizar y
volvemos a ella para alimentarnos?
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