miércoles, 15 de agosto de 2012

PARUSÍA


Jesucristo vendrá por segunda vez a este mundo, entonces se manifestará en toda su gloria. Es la parusía, en la que tendrá lugar la resurrección de toda la humanidad, finalizando la historia humana.
La plenitud de la salvación la tendremos en la parusía, donde se dará la resurrección de la carne, y viviremos en la eternidad en cuerpo y alma.
Hasta la parusía, las almas de los que van muriendo sobreviven a los cuerpos, y en ellas subsiste memoria y voluntad. 
Nuestra alma sabe quien es y es capaz de relacionarse con otras almas, disfruta de la presencia de Dios y ya es feliz, pero esta felicidad sólo la tiene medio ser.
Por eso el alma está a la espera de que el cuerpo resucite, para gozar de la plenitud del ser junto al cuerpo, y ser completamente feliz.
S. Pablo dice que en la parusía vendrá el Señor y los que estén vivos saldrán con él y se los llevará al cielo. Pero primero resucitarán los muertos.
Habrá 2 tipos de resurrección, unos resucitarán para la gloria (vida con Dios) y otros para la muerte (vida sin Dios), puesto que resucitaremos todos los que hemos vivido en este mundo.
Dice Jesús que todo el que coma su carne y beba su sangre tiene vida eterna y lo resucitará en el último día. Último día y parusía es lo mismo.
Sólo cuando estemos resucitados estaremos en comunión de vida plena con Cristo, se nos manifestará tal cual es y lo veremos.
Ver al Hijo es ver la Trinidad, veremos a Dios personalmente a través de la humanidad resucitada de Jesús.
En la parusía se le someterá al Hijo todo el universo, serán derrotados todos los enemigos, y entonces el Hijo con todo sometido a él, se lo someterá todo al Padre.
Para reflexionar:
¿Deseamos realmente la segunda venida del Señor y que finalice esta vida?
¿Pensamos que la vida plena la alcanzaremos con todo nuestro ser: cuerpo y alma?
¿Necesitaremos nuestro cuerpo para ser completamente felices?

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