miércoles, 19 de septiembre de 2012

MILAGROS


Hoy los milagros cuestan de aceptar. Pero los historiadores reconocen que Jesús realizó obras prodigiosas o actividades portentosas. No se puede presentar la figura de Jesús sin milagros.
Jesús hizo milagros, forman parte de su misión y aclaran su misterio, ya que en ellos la gente sentía una presencia visible del poder de Dios unido a la persona de Jesús.
Los evangelios sinópticos para describir los milagros utilizan las palabras fuerza, poder, potencia…. que una fuerza poderosa salía de dentro de Jesús, es la fuerza y el poder de Dios. No explican el milagro, exponen el hecho en sí tal como lo vivió la gente. En cambio el evangelio de Juan utiliza la palabra signo para dar a entender que ese milagro tiene un significado.
El milagro es obra de Dios y es una manera de mostrar la identidad de Jesús. Por eso cuando los discípulos del Bautista le preguntan si es el Mesías, Jesús contesta que los ciegos ven, los cojos andan… Jesús alude a los milagros que son signo de su identidad mesiánica.
El milagro de la curación del paralítico es descrito en los 3 evangelios: los que llevan al paralítico entran por el tejado, se lo dejan delante de Jesús y se van, no dicen palabras.
Jesús se acerca al paralítico y le perdona los pecados, no pasa nada más. La reacción del paralítico, de los amigos y de la gente ¿cómo debió ser?, no vieron nada.
Sólo reaccionan los fariseos, que entienden perfectamente la frase de Jesús, y dicen que perdonar los pecados sólo lo puede hacer Dios.
Entonces Jesús pregunta ¿qué es más fácil perdonar o curar?, aquí está el sentido, pues añade a continuación, para que veáis que tengo poder para perdonar los pecados, te digo, levántate y vete a tu casa.
Jesús no dice que es Dios, lo dicen los fariseos, es un milagro que muestra la identidad de Jesús.
No se puede decir que milagro sea aquello que se escapa al curso ordinario o a la observación de las leyes de la naturaleza.
En el milagro, mediante la intervención inmediata y sanante de Dios, la naturaleza es potenciada y revive. Hay una intervención sobrenatural de Dios.
En el milagro Dios no realiza algo que va contra la naturaleza, sino que potencia las leyes de la naturaleza y de la creación, el milagro es un acto creador de Dios.
Si tras el milagro el ciego ve, es porque existe esa capacidad en los ojos para ver, aunque en esa persona en ese momento estaba obstaculizado. Se puede explicar científicamente por qué antes no había visión y ahora sí, lo que no se puede explicar, y por eso escapa a la ciencia, es por qué ha habido ese cambio.
El milagro siempre escapará a nuestro conocimiento, pero no se contradice ni se opone a la explicación científica.
Jesús realiza los milagros cuando la persona tiene fe, o para aumentar la fe, no los hace a las personas que no tienen fe.
Si no presupone la fe o no causa la fe, no es milagro. El milagro sirve para el que tiene fe, para el que no tiene fe lo sucedido es sólo algo sin explicación.
El mayor milagro es la fe. Pero desde la fe ya no se necesita milagro. La fe cura, la fe es milagrosa.
Para reflexionar:
¿Somos capaces de captar las intervenciones sobrenaturales de Dios en nuestra vida?
Con la fe ¿somos capaces de ver milagros en nuestra vida cotidiana?
¿Pensamos que si se dieran más milagros se tendría más fe?

1 comentario:

  1. Bien dices que los milagros cuestan de aceptar, pero ¿no será que nos faltan oídos y ojos para ver lo que cada día nos da Dios?. Pues al celebrar la Eucaristía se da uno de los grandes milagros, que como todos sabemos es la transformación del pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo. Luego existen los miles de milagros de cada día y que cada cual sabe. En aquellas personas que fervorosamente y con toda la fe y bondad del mundo, le piden a Jesús que les auxilie y Dios como un gran padre les ayuda. A veces retrasa el estampido de la puerta cuando un niño tiene las manos en el marco, otras pisas el freno como de repente y evitas el choque con el que va delante, o en un accidente te salvas no se sabe como etc.... así podría estar largo tiempo, pero lo importante seria, que todos, por supuesto yo el primero, tomáramos conciencia de la presencia de Dios a nuestro lado, dispuesto a ayudarnos cuando se lo pidamos. J.M.Palomares

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