domingo, 27 de octubre de 2013

RELIGIÓN



Es un hecho constatado que desde que existe el hombre a su lado ha estado la religión.
Si en la historia de la humanidad la religión hubiera sido algo coyuntural fruto de una necesidad, cuando se satisface la necesidad o cuando las ciencias dan una solución, ya no hace falta Dios.
Pero la religión no es coyuntural, es estructural, forma parte de la esencia humana. El hecho religioso es connatural a la humanidad, pues el hombre por lo que es, está abierto a la trascendencia y es en la religión donde trata de buscar ese diálogo o contacto con Dios.
El ser humano ha sido creado para existir en relación con Dios, para vivir en comunión con Él, pues ha sido creado a su imagen y semejanza y está capacitado para dialogar con Él.
Esto lleva al hombre a estar ligado a Dios. En el interior del hombre se encuentra un sentimiento de dependencia inserto en su misma esencia.
La meta del hombre es ver a Dios, encontrarse con él, y eso liga al hombre con Dios. Este es el por qué de que haya religión.
En la religión el hombre busca a Dios, pues se siente religado, atado a él, y busca dar culto al creador. El hombre pregunta, busca, y Dios responde, Dios sale al encuentro.
Existen diversidad de religiones, en ellas hay una doctrina, un culto, y todas buscan la salvación del hombre.
La religión es una experiencia humana de relación con una realidad suprema o misterio, que confiere sentido a la propia vida, pero no es una experiencia experimental, pues no parte de los sentidos, ni se puede repetir ese experimento, ni ese experimento es igual para todos.
La experiencia religiosa es experiencial, es vivencia, supone un contacto o relación personal con lo que se tiene experiencia.
Cuando uno tiene experiencia de Dios, todo él se transforma, pues esta experiencia llega al corazón, afecta al yo; todo queda transformado con la presencia de Dios.
La relación ante Dios es de éxtasis, el hombre sale de sí mismo y Dios ocupa el centro (aunque Dios no niega nuestro yo, sino que lo hace distinto y mejor).
Para que exista religión se necesita el sujeto creyente y el objeto creído. En esta relación la iniciativa es de Dios.
La religión supone encuentro, el ser trascendente se hace presente, nos visita. Por eso la actitud religiosa lleva al sacrificio (a través de un objeto consagrado se pretende realizar o expresar la relación con la divinidad) y a la oración (relación directa con la divinidad, acto central de la actitud religiosa).
Para reflexionar:
¿Qué entendemos por religión y ser religiosos? ¿Nuestra actitud religiosa es de relación con Dios o cumplimiento de normas y preceptos? ¿Cómo nos relacionamos con Dios?

jueves, 17 de octubre de 2013

TEOLOGÍA FUNDAMENTAL



El contenido de la Teología fundamental es la Revelación de Dios a la humanidad y su acogida en la fe.
Ante la Revelación la teología escucha y reflexiona lo que dice, y la justifica.
La Revelación se justifica porque la fe es razonable, coherente con la razón humana. Para creer no hay que prescindir de la razón.
Se trata de justificar de forma racional la aceptación de la Revelación divina.
La teología pretende presentar el mensaje cristiano exponiendo los motivos por los que se justifica el sí de la fe a la revelación divina. Hay que justificar el sí que le damos a la persona y al mensaje de Jesucristo que la Iglesia anuncia.
Pero no es sólo ver qué dice la Revelación, sino verlo en dialogo con el otro (con el que no cree) y buscar la justificación racional.
Ya desde el inicio del cristianismo la predicación cristiana tiene, entre otras, una función apologética en cuanto trata de “dar razón” o “explicación” al que nos interroga por nuestra fe (1 Pe 3, 15: “... dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza”).
Este texto está dirigido a cristianos que viven en la diáspora, que lo están pasando mal, pues son perseguidos, criticados y burlados por la sociedad (algo parecido a la actualidad).
El cristiano debe saber dar una razón o respuesta no solo de su fe, sino también de su esperanza, pues ésta conecta con el sentido de la vida.
Esta conexión de fe y razón muestra que la revelación es creíble, hay que mostrar que Jesucristo es creíble.
Hoy es importante mostrar que el cristianismo es una respuesta con sentido para el hombre actual.
Para reflexionar:
¿Cómo es mi fe? ¿Creo sin cuestionarme lo que se me transmite? o ¿No creo más que lo que se puede demostrar?